Te doy la bienvenida a este espacio, a este pedazo de mí, a mi mundo. Si has llegado hasta aquí es porque estabas buscando un curso de comunicación para tu empresa, porque tienes ganas de perfilar el estilo de tus textos o porque necesitas una corrección o una asesoría lingüística de tus documentos. ¡Hola! Estás en el lugar correcto.
En esta web explico quién soy y qué hago, en qué puedo ayudarte y cómo trabajaremos de forma conjunta, pero he creado este rincón para compartir consejos de redacción, inquietudes sobre la comunicación en nuestro día a día o novedades sobre la lengua y herramientas para la elaboración de textos.
Lo primero que haré es acentuar la idea que repito en todas partes: ESCRIBIR ES COMUNICAR. Llevo muchos años impartiendo cursos de escritura, lengua y redacción, y la mayoría de la gente piensa que escribe bien porque no comete errores ortográficos. MEC: ¡ERROR! De acuerdo, no cometes errores ortográficos, pero no entiendo nada de lo que me quieres decir en este correo; de acuerdo, no cometes errores ortográficos, pero este informe es demasiado largo y me he perdido por el camino; de acuerdo, no cometes errores ortográficos, pero este texto no me llega.
En mis formaciones siempre hablo del concepto de eficacia. Un texto informativo no es eficaz si no se entiende. Uno persuasivo no lo es si no consigue algo de la persona receptora. Entonces, ¿cómo podemos alcanzar la eficacia en nuestra redacción? Fácil: entendiendo y escogiendo a consciencia todos los elementos que aparecen en él, incluso los extralingüísticos. Mi máxima cuando escribo es «APORTA O APARTA»; todos estos elementos deben tener su función, si no, ¿por qué están ahí?
Y ahora pensarás «¿me está diciendo que debo pensar en todo esto cuando estoy escribiendo?». Y yo te diré "no, no hace falta" y a ti te explotará el cerebro. Verás, lo que quiero decir es que no es necesario que pienses en todos los factores indispensables en un texto cuando redactes, pero tendrás que hacerlo sí O SÍ a la hora de revisarlo. Porque ahora te pregunto… ¿Revisas tus mensajes antes de enviarlos? ¿Y tus correos? ¿Los informes? ¿Los relatos? Revisar es una fase de la escritura, tanto o más importante que el acto de escribir en sí. En mis cursos no enseño a escribir porque la gente ya sabe hacerlo. Enseño a revisar, a corregir y a reescribir; solo así conseguiremos la claridad, la concreción y la eficiencia en nuestros manuscritos.
En próximos artículos, me sumergiré en elementos concretos de la escritura y en recursos que nos ayudan a obtener una redacción precisa y eficiente; ahora tan solo quería presentarte mis dos palabras favoritas: EFICACIA y REVISIÓN. Piénsalo. Hasta pronto y felices letras.